Esta es de esas recetas versátiles que podemos comer como picoteo, fondo o sopa. Acompañando unas papas fritas caseras, nachos o un arroz. De esas que nos calientan el cuerpo, no solo porque es un guiso, sino también por sus especias y sabores. Una receta muy de invierno, perfecta para los congelados días que nos han tocado.
Normalmente el chili se hace con carne - picada chiquito o molida -, pero les aseguro que esta versión vegetariana no tiene nada que envidiarle. La gracia esta en saber aliñar bien la carne de soya, acompañarla de diversas verduras -puede jugar y agregar zapallo, choclo, zuccini, entre otros -, y coronar con uno de sus ingredientes fundamentales: el poroto negro. Para complementar esta receta, usé también frijoles rojos, que son más grandes, sabrosos y le dieron un toque exquisito. Incluso puede aventurarse y preparar con 3 frijoles - negro, rojo y blanco.
Ingredientes:
- 1 cebolla mediana en cuadros.
- 2 zanahorias ralladas.
- 2 dientes de ajo picados pequeño.
- Pimentones verde y rojo picados en cuadros pequeños (A gusto).
- 2 tomates pelados y picados en cuadros.
- 1/2 bandeja de champiñones picados en cuadros.
- 1/2 taza de carne de soya.
- 1 taza de frijoles negros cocidos (o de los de caja, previamente lavados).
- 1 taza de frijoles rojos cocidos (o de los de caja, previamente lavados)
- 1/2 taza de pasta de tomate (o salsa).
- 1/2 puñado de perejil picado.
- 1 cucharada de azúcar rubia o tagatosa.
- Aliños: Comino, ají de color, pimienta, orégano.
- Opcional: salsa picante.
- Toppings: Palta, crema ácida (o yogurt natural con limón). cilantro, queso rallado.
Para partir, vamos a formar un pino. En una olla y a fuego alto, poner un poco de aceite de oliva e incorporar la cebolla, el ajo, el pimentón y la zanahoria. Una vez que la cebolla se ponga transparente, agregar tomates y champiñones, y saltear un par de minutos. En este punto añadir el azúcar, los aliños y la salsa picante.
Inmediatamente después, adicionar la carne de soya - puedes remojarla previamente, pero a mí me gusta que se macere con los aliños para que se impregne de sabor, por lo que la pongo directamente desde la bolsa - e incorporar 1 taza y media de agua hirviendo. Bajar el fuego - ojalá con tostador - y dejar por 15 minutos.
Una vez pasado el tiempo, agregamos la pasta de tomates, los frijoles y el perejil. Revolvemos y dejamos por 10-15 minutos más. Los porotos ya están cocidos, pero queremos que tomen sabor a fuego lento. Tip: En este tiempo el agua se seguirá evaporando, y aunque queremos que quede como un guiso espeso, no queremos que se seque. Así que si es necesario, agregar un poco de agua hirviendo.
A estar alturas nuestro guiso está terminado. Sólo queda apartar del fuego y esperar unos minutos antes de servir. Para que quede más espeso - y con ese aspecto de Chili gringo - recomiendo separar 1/3 del guiso, procesar y volver a mezclar con el resto. Al servir, acompañar con una cucharada de crema ácida, cilantro picado y queso rallado. ¡Les aseguro un resultado espectacular!
Cuando hago Chili trato de dejarlo reposar un par de horas antes de servir. Incluso, pasado un día o dos, el guiso se va poniendo más rico y agarrando más sabores. Solo es delicioso; con arroz queda fantástico. Y si lo pone tibio en un picoteo, va a volar, ¡se lo aseguro!
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